Como ya sabemos, el griego ha dado origen a infinidad de las palabras que seguimos usando hoy en día. Como ejemplo tenemos la palabra "política" que es la unión de las palabras "polis" que significaba "ciudad" y "tica" que significaba "gobierno", siendo entendida "política" como el "gobierno de la ciudad". Pero hay que tener en cuenta que el sistema de gobierno de la antigua Grecia era la República, por lo que el concepto de ciudad "polis" estaba ligado a los asuntos públicos. Al mismo tiempo, las personas egoístas, desinteresados en los asuntos públicos y dedicados a sus asuntos privados, estaban muy mal considerados en aquella sociedad. Es por ello que los que practicaban el "gobierno de lo privado", es decir la "idiótica" que deriva de "idios" que significaba "privado" y "tica" poseían una carga semántica tan negativa que surgió la palabra "idiota" que significa "privado de razón" para definir a los que sólo privilegiaban los asuntos privados.
Para los antiguos griegos era muy importante que el gobernante de la polis ejerciera adecuadamente el "gobierno de las palabras" (gramática), el "gobierno de los números" (matemática), el "gobierno de los temas" (temática), el "gobierno de los problemas" (problemática), el "gobierno de la creatividad" (heurística), conduciendo la polis en beneficio del bienestar general y no a favor de unos pocos particulares, y cumpliendo con sus obligaciones públicas con el máximo grado de perfección.
Y esta es principalmente la diferencia que existe desde los tiempos de Pericles entre un político y un idota.
Inspirado en el artículo de Bernanrdo Maresca.
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